domingo, 18 de enero de 2015

CHARLIE HEBDO "Una pagina manchada"

Les Éditions rotatives. Éste es el único nombre que figura en la puerta de la publicación desde que sufrió el atentado en el 2011. No existe ninguna señal externa, por seguridad. Coco, amenazada ahora con un arma, marca el código de entrada de la puerta blindada. Los terroristas están dentro. "¿Charb?". Son las 11.30 de la mañana. Como todos los miércoles el consejo de redacción de Charlie Hebdo está reunido. Se debate la actualidad y las viñetas que la van a re-interpretar sin indulgencia y buenas dosis de humor ácido. En su entrada violenta a la redacción, los terroristas irrumpen en la reunión."¿Charb?", pregunta uno de ellos. Y le acribilla.

"Leerás el Corán". No sólo asesinan a Charb. Las ráfagas de los kaláshnikov acaban con la vida de otros seis dibujantes y redactores, que están en ese momento presentes en la reunión: CabuTignousWolinskiHonoréElsa Cayat y el economista Bernard Maris. A Ségolène Vinson la indultan: "No te mataré; no matamos a mujeres, pero tú leerás el Corán". Sí asesinan a mujeres: la redactora Elsa Cayat.

Mesa salvadora. Los terroristas siguen disparando y gritan invocando a Alá y a la venganza por haberle insultado. Coco salva la vida escondida bajo la mesa de un despacho. No tienen tanta suerte Mustapha Ourrad, corrector, ni Franck Brinsolaro, agente que velaba por la seguridad de Charb, ni Michel Renaud, exdirector de la alcaldía de Clermont-Ferrand, y que ha sido invitado por la publicación.

Corte de mangas. El médico de urgencias charb Patrick Pelloux, redactor de la revista y amigo íntimo de Charb, llega a la redacción minutos después de la masacre. "No los he podido salvar", solloza. "No se podía hacer nada, todos tenían disparos en la cabeza". Por la posición en cómo encuentra a su amigo Charb, en la silla, Pelloux interpreta que murió"mientras intentaba levantarse, mientras les llamaba gilipollas o les hacía un corte de mangas".


Entrenados. En la calle, los dos terroristas demuestran un aplomo fuera de duda mientras disparan a un coche policial, cuyos ocupantes salvan la vida dando marcha atrás. En los vídeos tomados gracias a varios móviles, se los ve entrenados. Corren pero no se precipitan; parecen acostumbrados a disparar. Una de las grabaciones muestra el momento más aterrador, en el bulevar Richard-Lenoir. Se han producido más disparos con otros policías. El agente Ahmed Merabet está en el suelo, herido. Un terrorista se le acerca y le grita: "¿Nos quieres matar?". El policía, inerme, le implora: "¡No, está bien!". Recibe un disparo en la cabeza por toda respuesta. (La Vanguardia.  9 de enero).


No hay comentarios:

Publicar un comentario